GRAN JUGADOR Y (CADA VEZ) MEJOR PERSONA

    Muchos pensáis que cuando me metía con Cristiano Ronaldo, al que he tildado de egoísta, arrogante, prepotente e idiota en muchas ocasiones, era por motivos de rivalidad, por jugar en el Real Madrid, pero si fuera así ¿por qué me cae tan bien Casillas?. A lo mejor lo que me pasaba era que le tenía envidia por ser "guapo, rico y buen jugador", cosa que nunca he negado, aunque futbolísticamente soy más de Messi. Mi 'odio' hacia CR venía tiempo atrás, de sus inicios en el Manchester United.

    En tierras británicas, daba muestras de su excepcional calidad con un balón en los pies, pero también enseñaba al mundo la imagen de un niño que se ha encontrado mucho dinero de repente y tenía que notarse. Un chaval que estrellaba su Ferrari de más de 250.000 euros y al día siguiente ya se había comprado otro, que tenía una pinta importante de 'chulito de playa' y que creaba una marca de ropa con sus iniciales para demostrar su poderío. Me llegaba a dar hasta pena ¿cómo un futbolista con tanto talento podía llevar detrás a semejante individuo?

    A su llegada a Madrid su repercusión en España se disparó, sus defensores crecieron y lo poco con sentido que decían a su favor es que no se hacía tatuajes para así poder donar médula. Lo que me hacía pensar que el personaje tenía su corazoncito. Durante su estancia en nuestro país nació Cristiano Junior su hijo, cuya madre permanece en el anonimato, y gran motivo de que pasara de tener una imagen chulesca a ser uno de los futbolistas más comprometidos con acciones sociales.

CR con Nuhazet

    Cristiano ya no es ese chaval con dinero que gastar, que hacía prácticamente lo que quería, ahora ya es un hombre, con cabeza y dinero para repartir. Apenas tiene ya 'cabreos' públicos, como los que le llevaban a desafiar a las aficiones contrarias (al más puro estilo Diego Costa) o cuando escupía a las cámaras tras una derrota. Ahora es uno de los mayores apoyos económicos en la lucha contra la leucemia y, además, siempre presta ayuda a aquellos niños, sobre todo, en casos terminales cuyas familias no pueden pagar el tratamiento para alcanzar su cura. Los casos más conocidos son los de Nuhazet, canario de 9 años que tristemente falleció hace algo más de doce meses, y, el último, el de Erik, cuyo tratamiento de 60.000 euros lo cubrirá íntegro el futbolista luso. Este caso es el que definitivamente me ha hecho pensar que Cristiano Ronaldo es un gran jugador y cada vez mejor persona.