14 de junio de 2014

LOS ÁNGELES KINGS 'REMONTAN' LA STANLEY CUP

    Los Ángeles Kings se convirtieron en los nuevos campeones de la NHL, conquistando la Stanley Cup al derrotar a los New York Rangers por 4-1. Los angelinos repitieron el título que ya habían conseguido dos años antes y, como en aquella ocasión, no eran los favoritos para conseguirlo al empezar los Playoffs.  Por si fuera poco, demostró su casta remontando en tres partidos un resultado adverso para después finiquitarlos en las prórrogas. 

    Los Kings han hecho unos Playoffs de campeonato, literalmente. En la primera ronda, remontaron un 0-3 en contra ante los San José Sharks; en las semifinales de conferencia, remontaron un 1-3 a los Anaheim Ducks; y se proclamaron campeones del Oeste, venciendo a los Chicago Blackhawks, ganadores de la Stanley Cup el año anterior. 

    En las finales, los californianos tenían el factor pista a su favor, pero en los dos primeros partidos tuvieron que remontar sendas desventajas de dos goles. Sin embargo, habían conseguido enviar esos choques a la prórroga y retener la ventaja de pista a su favor en el gol de oro. Con estos antecedentes, todo hacía presagiar que los Rangers conseguirían igualar la serie en Nueva York, pero eso se quedó en una mera hipótesis. Los Kings ganaron con contundencia, por una diferencia de tres goles y sin recibir ninguno, gracias a la magnífica actuación de su portero, Jonathan Quick. De esta manera los angelinos se ponían 3-0 en la eliminatoria, a una sola victoria del título, poniendo a los neoyorquinos contra las cuerdas.

    Por tercera vez en la serie, los New York Rangers se ponían con una renta de dos goles sobre su rival, y cuando los Kings redujeron diferencias en el marcador, el campeón del Este aplicó el catenaccio al hockey sobre hielo. Obviaron el juego de ataque (solo un disparo en el último tercio) y se encomendaron a Lundqvist y al hielo del Madison Square Garden, que paró dos pastillas en la línea de gol, para prolongar la eliminatoria.

    De nuevo en Los Ángeles, parecía que la Stanley Cup se iba a decidir por la vía rápida, ya que Justin Williams, a la postre nombrado MVP, adelantaba a los californianos en el primer tercio. Sin embargo, los Rangers no iban a rendirse con facilidad, dándole la vuelta al partido en el segundo parcial, gol en inferioridad incluido. Con el mismo marcador que en el cuarto encuentro de la serie, los neoyorquinos volvieron a intentar la táctica que les había dado su primer punto en la eliminatoria, renunciando al ataque, aunque en esta ocasión no fue tan efectiva y el partido se fue a la prórroga. 

    El tiempo extra fue sencillamente espectacular. Los Rangers volvieron al ataque buscando el gol  que volviera la eliminatoria a Nueva York, pero unas veces Quick y otras el palo impidieron la gesta. En la otra portería, Lundqvist también se estaba luciendo, recibiendo ayuda de su travesaño, por lo que ambos conjuntos fueron incapaces de romper el empate en los primeros 20 minutos de añadido y, como en el segundo partido, se iba a necesitar una prórroga más. Nuevamente, los neoyorquinos insistieron sobre la portería de Quick, teniendo incluso dos disparos con el meta ya batido, pero que se encontraron con los sticks de los jugadores de los Kings, que impidieron la gesta de los de Nueva York. Los angelinos estaban mucho más finos físicamente que los Rangers, por lo que aprovecharon una de las múltiples contras para que Alec Martinez diera la Stanley Cup a Los Ángeles Kings. 

Foto: This Is What #StanleyCup Champions Look Like
Foto: NHL.com

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