Los San Antonio Spurs conquistaron su quinto anillo en 15 años, tras pasar por encima de los Miami Heat en cuatro de los cinco partidos de las Finales de la NBA de la temporada 2013-2014. Los texanos dominaron la serie a partir de su juego colectivo, en el que predominaban las jugadas con pases, hasta que se encontraba al hombre que estaba solo para lanzar, por encima de las individualidades. De esta manera, los de Greg Popovich se vengaron de la derrota del año pasado en el séptimo partido ante el mismo equipo y culminaron así the Spurs redemption.
Foto: trashtalk.fr |
La consecución del trofeo Larry O'Brien certifica el éxito del 'jogo bonito' de los Spurs, pero los números lo corroboran. El global de puntos de las finales (si sumaramos los de los cinco partidos), nos dejaría una victoria por 70 puntos para los texanos, la máxima de toda la historia. Además, los de negro y plata han conseguido esa diferencia en anotación con el mayor porcentaje de acierto desde que se instalara el reloj de posesión (52'8%). Asimismo fruto de esa coralidad en su juego, el banquillo de SA ha anotado 87 puntos más que el de Miami, haciendo buena la frase de Jordan: "el talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia gana campeonatos".
Por otra parte, los Spurs parecen haber acabado con el tópico de la superioridad de los jugadores estadounidenses sobre el resto del mundo. Hasta nueve jugadores dirigía Popovich que no habían nacido en la 'tierra de las oportunidades'. Además, este equipo es un claro ejemplo de gestión deportiva y visión de futuro, ya que de sus integrantes, tan solo Tim Duncan ha sido una elección Top10 en el Draft. Tras él, el que fue elegido en una mejor posición (15) fue la nueva estrella de los texanos, el flamante MVP de las Finales: Kawhi Leonard.
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