16 de febrero de 2014

¿EL DINERO ES SINÓNIMO DE ÉXITO?

    A partir de que se supo que Sochi sería la sede de los Juegos Olímpicos de 2014, desde la organización tenían claro su objetivo: conseguir que sus Olimpiadas fueran las mejores de la historia costara lo que costara. Y de momento eso es lo que han hecho, costar. Los de Sochi son los Juegos en los que más se ha invertido hasta la fecha, incluyendo los de verano, 50 000 millones de dólares, que distan un poco de los 12 000 millones que en un principio tenía previsto destinar el gobierno ruso. En una semana y dos días de competición, tan solo se han batido dos récords olímpicos y no está habiendo numerosas actuaciones que se vayan a recordar durante muchos años.

Palacio de Hielo de Bolshói
    Es cierto que la gran inversión se traduce en unas instalaciones deportivas impresionantes. Estas auténticas obras arquitectónicas las constituyen: los palacios de hielo de Bolshói, Iceberg y el Shayba Arena (hockey sobre hielo y patinaje artístico), Adler Arena (patinaje de velocidad), Ice Cube Centre (curling), Russki Gorki Jumping Centre (saltos y combinada nórdica), Rosa Kuthor Extreme Park (esquí acrobático y snowboard), Laura Centre (Esquí de fondo y biatlón), Rosa Kuthor Alpine Centre (esquí alpino) y el Sanki Slading Centre (bobsleigh, luge y skeleton). Además, se les une el Fisht Olympic Stadium en el que se hacen las ceremonias de apertura y clausura y donde se realizó el espectacular encendido de la antorcha.

Pero lejos de el lujo que aparentan los recintos deportivos, tanto deportistas como periodistas se han encontrado con unas pésimas condiciones en los edificios que componen la villa olímpica. Por las redes sociales están circulando una serie de imágenes que dejan bastante en evidencia a la monstruosa inversión de los rusos. Algunos ejemplos:
El agua del grifo sale de un color amarillento poco apetecible, y eso que dicen que cuando se tomó esta foto había mejorado su color.
Las habitaciones están muy desangeladas, en algunas ocasiones tan solo se componen de una cama, una mesa y dos sillas y las condiciones en las que se las encuentran son pésimas. Ruters colgando del techo, radiadores a tres metros de altura o cortinas descolgadas son varios de los desperfectos de unas habitaciones que tienen como denominador común una foto de Vladimir Putin en la mesilla.

Los baños son para dedicarles un post aparte. Hay baños que se encuentran juntos (sin ningún tipo de separación que te dé intimidad), otros sin acabar de conectar las cañerías, otros con la tapa del revés, pero lo mejor es que hay algunos que hay sillas delante del inodoro para ¿los jueces?. Y si vas a estos baños, tendrás que seguir unas duras reglas a rajatabla.











    


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